El FENG SHUI es una herramienta que se traduce en una forma y estilo de vida que nos integra a un todo que fluye basado en dos fuerzas opuestas y complementarias denominadas YIN Y YANG. Ambas se dan vida y lugar una a la otra formando ciclos y rigiendo nuestra vida más de lo que nosotros mismos nos podemos imaginar.
Estas fuerzas interactuando, originan cinco energías fundamentales formadoras de todo lo existente en la naturaleza y que determinan nuestra personalidad, comportamiento, actitudes y reacciones ante un entorno determinado.
El ser humano reacciona a través de sus percepciones, aquello que lo rodea puede tener un efecto inconsciente tanto positivo como negativo, motivarlo, desgastarlo o incluso afectar la forma en que se relaciona con otros seres humanos.
Los niños son extremadamente sensibles a ésta situación y sus manifestaciones ante ésta influencia son inmediatas, he ahí la importancia de diseñar y crear espacios infantiles que motiven y despierten actitudes positivas desde la niñez.
Uno de los primeros aspectos
para tomar en cuenta en los dormitorios de los niños, es pensar en las necesidades infantiles, es
decir, la altura de la cama debe ser una altura que el niño domine y se sienta
seguro. Importante que ellos puedan subir y bajar con facilidad, de esta forma se
reflejará en una sensación de seguridad y control de situaciones. Las camas muy altas y pegadas hacia las ventanas pueden provocar miedo e inseguridad en los niños.
Para favorecer la
concentración y decisión en los niños es importante que la cama tenga una
cabecera, de preferencia de madera sólida y firme. Además que
la cabecera descanse en pared sólida. En el diseño de espacios infantiles, aquello que rodea al niño tiene una fuerte influencia en sus actitudes y comportamiento así como en la manifestación exterior y social de sí mismo.
Es importante considerar lo que se tiene cerca
de la cabeza del niño al dormir. Existen casos de diseños de dormitorios en los que la cabecera está formada por un
librero o juguetero, esto no es muy recomendable ya que puede generar en el niño
actitudes obsesivas hacia el estudio, hacia la diversión así como la constante
presencia de enfermedades, sobre todo de pulmones y vías respiratorias,
provocadas por la falta de descanso ya que al dormir la mente inconsciente del
niño se encuentra ocupada en esos objetos que quedan detrás de la cabeza del
niño.
Al dormir, nuestro cuerpo debe
sentirse libre, sin opresiones ni delimitaciones, la presencia de objetos o de
otra cama, ejemplo una cama camarote o litera, reduce la sensación de amplitud y espacio que
buscamos para relajarnos y descansar.
Si su niño es inquieto, evasivo, grosero, rebelde, o no se comunica fácilmente, tímido, inseguro
o constantemente se enferma, ya sea del estómago o de las vías respiratorias, La
respuesta puede estar en su entorno, más específicamente en su Habitación.
Si la ventana queda muy cerca de la cama, el
niño se puede llegar a sentir desprotegido, los seres humanos buscamos la
sensación de seguridad y protección en los espacios donde estamos. En este
caso, el niño se puede manifestar miedoso y temeroso, inquieto y demasiado
apegado a papá o mamá reflejándolo, incluso, en terrores nocturnos y pesadillas
con constantes visitas a la cama de los padres durante la noche.
Debemos retirar la cama de la
ventana. La cabecera de la cama debajo de una ventana puede provocar una
fuerte sensación de vacío creando en el niño una actitud de temor al fracaso e
inseguridad, afectando su autoestima y la capacidad de decisión y elección por
sí mismo para obtener lo que desea con la plena confianza en su propia
capacidad física, mental y espiritual.
Un espacio entre la base de la
cama y el piso es la más adecuada. Las
camas con base de cajón impiden el libre flujo de energía del niño a través de
sus Chakras/chacras manifestándose en
malestares físicos posiblemente relacionados con el estómago.
Es importante es el mantener
aparatos eléctricos y enchufes eléctricos alejados de la cama del niño, esto
con la finalidad de evadir un exceso de exposición a la energía
electromagnética que emiten éstos y que provocan nerviosismo, alergias y
enfermedades constantes.
Para evitar las ondas
electromagnéticas que emanan todos estos aparatos eléctricos recomendamos una Lámpara de Sal del Himalaya
en el dormitorio del niño o en la sala principal del Hogar. Ya que el aire que respiramos
cotidianamente está contaminado de diversas y dañinas sustancias: humos,
ácaros, pelos de animales... y por los aparatos eléctricos como los
televisores, computadoras, consolas de videojuegos, etc.
Este aire contaminado se
encuentra constituido por iones positivos que son muy perjudiciales para el
organismo. Ello contribuye a diversos males en nuestra salud como: fatiga
general, irritación, estrés, alergias, insomnio, dolores...
Colocar muebles o cajones para
guardar los juguetes y enseñar a los niños a mantener ordenado su espacio. El
exceso de juguetes en una habitación puede provocar terrores nocturnos y
pesadillas. Además de que el niño se sentirá vigilado constantemente y no se
manifestará de manera libre y espontánea.
Una luz pequeña enchufada en la habitación infantil permitirá al niño
ver en la noche y levantarse con confianza al baño. En lo referente a los materiales en la decoración de espacios infantiles, lo más recomendable es emplear materiales naturales como pisos de madera. Edredones y sábanas de algodón, los toques en colores verdes o azules para fomentar creatividad en el niño, también promueven el estudio y el crecimiento.
En otro post seguiremos hablando más acerca de los colores que se deben utilizar en las habitaciones de niños.
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Con Cariño,
Ana María Balarezo
Especialista en Feng Shui
anamaria.fengshui@gmail.com
Lima - Perú
El toque de tranquilidad que le aportan a los dormitorios es genial, enhorabuena por los diseños porque te han quedado genial Ana María
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